El equipo inglés, conocido como los Busby Babes, regresaba de
Belgrado, Yugoslavia, tras jugar el partido de vuelta de los cuartos de final
de la Copa Europea contra el Estrella Roja. El avión, un AS-57 Ambassador de la
British European Airways (BEA), con 38 pasajeros y seis
tripulantes a bordo, realizó una parada técnica en el
aeropuerto de Munich, Alemania, para repostar combustible.
A causa de una
tormenta de nieve, el avión hizo dos intentos infructuosos de despegue. En
el tercero, cuando pasaban pocos minutos de las tres de la mañana, el avión
salió de la pista, chocó contra una casa cercana y se partió en dos. Quienes iban en la cola murieron, quienes iban delante
sobrevivieron. Pese a una pequeña deflagración en la parte posterior
de las alas, el fuselaje no se incendió y varios tripulantes y pasajeros
regresaron a los restos de la aeronave para rescatar a los heridos.
Veintiún ocupantes murieron en el acto, incluyendo
siete jugadores: Geoff Bent, Eddie Colman, Mark
Jones, David Pegg, Tommy Taylor, Liam
Whelan y el capitán Roger
Byrne. También el secretario del club, Walter Crickmer y los técnicos Tom Curry y Bert
Whalley. El manager y autentico artífice del equipo, Matt Busby, resultó herido y permaneció
hospitalizado en Alemania durante varias semanas.
Junto a los componentes del equipo, fallecieron ocho periodistas deportivos británicos,
una azafata y dos pasajeros. A pesar de la sugerencia inicial de un error del copiloto, la investigación posterior
concluyó que la causa del accidente fue el lodo acumulado en la pista.
De los heridos graves, el
centrocampista Duncan Edwards falleció el día 21 de febrero. Era
la figura más prometedora del fútbol inglés. El segundo piloto, Kenneth Rayment, que dirigía la aeronave en la
operación de despegue, murió unas semanas más tarde.
Un equipo recompuesto terminó la
temporada 1957-1958, llegando incluso a la final de la Copa FA. La tragedia
atrajo simpatías y ayudas para el United y, sin duda, marcó el origen de la leyenda de los diablos rojos. En la
siguiente temporada, Matt Busby, ya repuesto de sus heridas, empezó a forjar un
nuevo equipo con algunos supervivientes de Munich, incluidos la futura estrella Bobby Charlton y Bill Foulkes. Diez años más tarde, se convirtieron
en el primer equipo inglés en ganar la Copa de Europa.
En Old
Trafford, el estadio del Manchester, hay una placa conmemorativa y un gran reloj en el gol sur con la fecha
y hora de la tragedia. En 2008, para conmemorar el quincuagésimo
aniversario de la catástrofe, se inauguró debajo de la grada sur, en el
que ha sido rebautizado como el túnel de Munich,
un monumento recordatorio con la imagen de los ocho jugadores fallecidos.
La memoria de los Busby
Babes, un equipo joven y talentoso que hubiera podido disputar la
hegemonía al Real Madrid de Di Stefano,
permanece imborrable en la historia del United.
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