Quizás muchos sepamos quien fue el Balón de Oro en año pasado, incluso no podemos recitar unos cuantos de memoria... pero nadie se ha preguntado ¿Quien fue el primer Balón de Oro?
La respuesta es Stanley Matthews, el cual no sólo ostenta el honor de ser el primero, sino también ser uno, sino el que más, de los jugadores que más tiempo se mantuvo en la Primera División inglesa, hasta los 50 años.
Nació en Hanley, en el corazón de Potteries, fue un extremo muy completo, tenía velocidad, regate, inteligencia en el pase, una perla el tal Stanley... pero sobretodo esa capacidad de parecer joven siempre.
Empezó a los 17 años, en el Stoke City; debutó con su selección a los 19 años, hecho muy notable en aquellos años, en los que se consideraba esa edad todavía como parte del aprendizaje; después de la guerra con 32 años, pasó al Blackpool por el traspaso récord de 11.500 libras; en 1956, ya con 41, ganó el Balón de Oro de France Football, justo el año que se instauró; jugó el último de sus 54 partidos con la selección con los 42 años cumplidos, ante Dinamarca; a los 46 le recuperó el Stoke, entonces descendio a Segunda División, y todo el mundo lo daba ya por acabado lógicamente por su edad.
Pero lejos de rendirse siguió con el Stoke hasta los dos años siguientes que le devolvió a la máxima categoría y fue votado como mejor jugador inglés del año por su importante labor en el ascenso.
Finalmente el 8 de febrero de 1965, con 50 años y una semana, juega su último partido, Stoke 3 Fulham 1. Las gradas están abarrotadas en su capacidad máxima de 25.000 espectadores, mientras otras 40.000 personas se quedan fuera, frustradas en su deseo de asistir al fénomeno único de un hombre de 50 años disputando un partido de Primera División.
Con todo, su día más celebrado no fue ese, sino el de la final de la FA Cup de 1953, la del "Año de la Coronación", partido que pasaría a la historia como "La final de Matthews". La jugaron el Blackpool y el Bolton Wanderers. Para entonces ya había quien le consideraba viejo, recibía algunas críticas por haberse marchado del Stoke y se decía que el Blackpool había hecho una mala operación. El Bolton Wanderers se puso por delante con facilidad, 1-3. En la segunda mitad, Matthews tuvo un actuación estelar, luciendo la facilidad de su regate y la precisión de sus centros, de la que se favorecieron con sus goles sus compañeros de línea Mortensen y Perry, que dieron la vuelta al marcador en un final mágico de partido. Matthews no marcó, pero fue el alma y corazón de la remontada hasta ese 4-3 que sorprendió a todos.
Unas cuantas semanas después de su último partido ante el Fulham, el 28 de abril del mismo año, Matthews recibió un merecido homenaje mundial, en un partido entre el Stoke City y una selección mundial. La foto de Matthews a hombros de Puskás y Yashin, portada al día siguiente en todo los periódicos del mundo, refleja el profundo respeto que este hombre se había ganado por parte de sus compañeros de profesión.
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