Éric Cantona, conocido por multitud de apodos como: Éric el Rojo, Loco Cantona, Rey Éric, etc... todos estos apodos eran los que le pusieron en el Manchester United al gran delantero francés, un tipo grande y fuerte, casi con físico de jugador de rugby, pero al tiempo de una calidad buenísima solo comparable a su mala leche en el campo.
Llegó al Manchester procedente del Leeds tras haber dejado en Francia una larga estela de expulsiones, desafíos al seleccionador o a los árbitros y peleas en el campo. En el Auxerre se había liado a puñetazos con un compañero de equipo, Martini. En el Olympique de Marsella había sido sancionado un mes por tirar la camiseta al suelo y el balón al público, y todo porque el entrenador le sustituyó en un partido amistoso. Al seleccionador, Henri Míchel, le insultó en televisión.
Pero ninguna de estas locuras alcanzó el grado de gravedad que la de aquel día,26 de enero de 1995, en Selhurst Park, el campo del Crystal Palace.
Después de sufrir varias entradas bruscas, Cantona se revuelve y agrede a Richard Shaw. El árbitro, con justicia, le expulsa. Cantona comprende que no hay nada que hacer, aunque proteste, y se marcha, abucheado por el público.
Cuando recorre la banda camino de la salida de los vestuarios, un espectador de la fila diez de la tribuna, llamado Matthew Simon, baja hasta la valla que separa al público del campo y empieza a insultarle, a sabe que barbaridades le diría al malafolla de Cantona.
No sabemos en que estaría pensando Matthew Simon para insultar al bestia de Cantona que venia calentito de la expulsión, lo que si sabemos es la reacción del futbolista. Cantona da un salto increible soltando una patada brutal de karate en la cara del aficionado Matthew Simon. La policía detienen y se llevan al jugador, mientras los servicios médicos atienden al temeario, imprudente y malhablado espectador.
La prensa le da de lo lindo al jugador del Manchester: "Un genio con mentalidad de hombre de las cavernas", "Cuidado, perro peligroso", "Asesino", "Cantona, la vergüenza". Éric no hace declaraciones, lo único que dijo fue que "cuando las gaviotas persiguen al barco pesquero es porque saben que de este van a caer sardinas" dejando entender que siempre se ve rodeado de periodistas porque siempre provoca noticias y estos comen de él.
Como no podía ser menos el Manchester United, Club histórico y señorial, da ejemplo. En vez de defender al jugador lo que hacen es superderle hasta nueva orden, antes incluso de que se reúna el comité de castigos de la Football Association. Cantona pasara 9 meses sin volver a jugar y el Manchester tiene que fichar a Andy Cole para cubrir su puesto, que en la última jornada falla dos goles cantados ante el West Ham. Eso permetiría que el título de liga fuera para el Blackburn, con un solo punto de ventaja sobre el Manchester United.
Esa mala leche le arrastro muchos problemas a Cantona pero contribuyó a darle una popularidad que, una vez abandonado el fútbol, le ha permitido hacerse una carrera en el mundo del cine, frecuentemente en papeles de tipo duro y malote.
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