En 1996 la FIFA estaba un poco harta de las prórrogas y las tandas de penaltis, y tuvo la "genial" idea de que si uno de los equipos marcaba un gol en la prórroga se acabaría el partido con la victoria del que marcara ese gol. A este gol se le denominó "El Gol de Oro".
Ese año se jugaba la Eurocopa en Inglaterra, algunos recordarán el paso de España. Era la época de Clemente seleccionador y no había muy buenas relaciones con la prensa, pero España llevaba un buen equipo, casi todos campeones olímpicos en 1992: Kiko Narvaez, Zubizarreta, Hierro, Nadal, Salinas, Sergi, Abelardo, Caminero, Alkorta, Pizzi, Amavisca, Ferrer, etc...
Empatamos contra Bulgaría y Francia, pero el tercero lo ganamos contra Rumanía. Así nos plantamos ante la anfitriona Inglaterra. Les dimos un repaso de fútbol, hasta metimos un gol legal que nos anuló el árbitro y en la prórroga también tuvimos ocasiones sobradas de ganar... de haber metido un gol se aplicaba el "gol de oro".
Pero lo cierto es que el marcador se quedó 0-0 y tuvimos que ir a la tanda de penaltis. Hierro estrelló el primero en el larguero, a Nadal (el tío de Rafael Nadal) le pararon el cuarto y los ingleses no tuvieron necesidad de tirar el quinto. Nos volvimos en cuartos con un amargo sabor de boca, siempre cuartos! por aquel entonces.
Pero la vida seguía y la Copa también. A pesar de que las seminifinales también tuvieron prórroga, nadie metió el dichoso "gol de oro", y se pasaba siempre en las tandas de penaltis y así llegaron a la final Alemania y Checoslovaquia
Aquella final fue precedida de un hecho curioso. Unos de los jugadores checoslovacos, poco optimista por lo que se ve, había fijado su boda para dos días antes de la final, pensando que no conseguirían disputarla. Llegado el momento, aún estaban en competición. El seleccionador le dio permiso para faltar unas horas. Voló a Praga, se casó y volvió a la concentración. Empezó el partido como suplente y solo ingresaría en el minuto 86, ya de cara a la prórroga.
Fue un partido movido e intenso, entre una Checoslovaquia en la lucían Nedved (que llegaría a ser Balón de Oro) y Poborsky, gran extremo, y una Alemania de entreguerras, entrenada por Vogts, que no tenía jugadores tan notables como en épocas anteriores, los más destacados Sammer, Hässler y Klinsmann.
En la segunda mitad se adelantó Checoslovaquia de penalti. Entonces ingresa un suplente, Bierhoff, un animal a quien se le acusaba de haber sido seleccionado por la amistad de Vogts con su padre.
Pero Bierhoff iba a callar muchas bocas esa noche de verano. Primero empatando el partido con un gol de cabeza en un saque de falta que les mandaría a la prórroga. Luego, en el minuto 4 de la prórroga, el mismo Bierhoff, el enchufao, se hizo con un balón en el área rival, se revolvió y tiró a la media vuelta; el balón pegó en el defensa Hornak y envenenó su trayectoria. Gol !!!
Se acababa de estrenar el gol de oro, Alemania era campeona de Europa con ese gol de oro que cerraba la prórroga y el partido. Bierhoff entró en la historia del fútbol con ese gol puesto que fue el primer "gol de oro" y el último. La experiencia no gustó tanto como en un principio se había pensado y pronto se decidió regresar a la prórroga completa y la tanda de penaltis, para júbilo de los espectadores y de las televisiones, a las que esa solución da enormes audiencias televisivas.
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